Uso eficaz de los libros de texto
¿Qué opinas de los libros de texto que utilizas en clase? Probablemente no hace falta decir que tienes tus favoritos, pero ¿te has preguntado alguna vez por qué te gustan unos libros y no otros? En el siguiente post de nuestro blog, vamos a reflexionar sobre cómo utilizamos los libros de texto y cómo podemos hacer que sean lo más eficaces posible en nuestras clases.
¿Qué influye en nuestra opinión sobre los libros de texto?
Hay muchos aspectos que pueden afectar a cómo nos sentimos acerca de los libros de texto, desde las imágenes utilizadas hasta el material interactivo que lo acompaña. Según una encuesta realizada entre nuestros profesores, los factores más importantes para ellos eran la variedad de tipos de actividades y la presentación gramatical. La encuesta también reveló que los profesores no suelen basar sus opiniones sobre los libros de texto en la longitud de los textos de lectura o en las canciones y vídeos. Los profesores también admiten que a veces tienen una opinión muy firme de un libro de texto sin basarla en muchas pruebas concretas, simplemente les produce una sensación abrumadoramente positiva o negativa al utilizarlo.
¿Qué deben hacer los libros de texto?
Si hay algo que debe hacer un libro de texto es facilitarnos la vida a los profesores y, sin duda, debe considerarse una de las herramientas didácticas más importantes que tenemos a nuestra disposición. Ya hay tantas cosas en las que pensar a la hora de enseñar que el “qué” enseñar no debería ser una de nuestras preocupaciones, sino más bien el “cómo”. Los libros de texto están diseñados para proporcionar a los profesores material más que suficiente para enseñar un determinado nivel, lo que a veces puede resultar abrumador para el profesorado, sobre todo si no están familiarizados con el formato o el diseño del libro de texto.
Un libro de texto no sólo debe facilitarte la vida, sino también determinar lo que tus alumnos necesitan aprender en determinados niveles. Los autores de libros de texto dedican años a desarrollar el contenido de un libro y éste se basa en los requisitos del MCER (Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas) junto con los tipos de actividad que se espera que realicen los estudiantes en el examen del nivel correspondiente. El principio del libro de texto está diseñado para repasar el lenguaje del nivel anterior, mientras que el final del libro de texto comienza a preparar a los estudiantes para el siguiente nivel. Por lo tanto, es importante seguir esta pauta en clase para no perderse ningún elemento lingüístico esencial y asegurarse de que se tratan los temas necesarios con los alumnos.
Además de considerar lo que deben hacer los libros de texto, debemos ser conscientes de lo que no deben hacer, que es dominar al profesor o la clase. Los libros de texto no deben limitarte de ninguna manera y debes seguir sintiéndote capaz de crear lecciones dinámicas y entretenidas tanto para ti como para tus alumnos.
¿Qué preguntas debemos hacernos a la hora de planificar a partir de un libro de texto?
Para poder sacar el máximo partido al material que nos han dado para utilizar en clase (seamos o no grandes aficionados al mismo), tenemos que hacernos las preguntas correctas a la hora de planificar nuestras clases. Hacer las preguntas correctas significa que entendemos mejor el material, pensando en nuestros alumnos, y por lo tanto somos capaces de enseñarlo con mayor eficacia.
Pero, ¿qué preguntas debemos hacernos? La más importante, con diferencia, es “¿Qué enseña esta parte del libro?”, para saber cuáles van a ser los objetivos principales de nuestra clase. Otras preguntas podrían ser:
- ¿Hay suficiente práctica controlada?
- ¿Mis alumnos saben algo sobre el tema?
- ¿Habrá partes de la clase que les resulten difíciles?
- ¿Dónde tengo que hacer comentarios y cómo voy a hacerlos?
- ¿Necesito enseñar previamente algún idioma?
- ¿Los ejemplos son suficientemente claros para los alumnos?
¿Cómo puedo adaptar el libro de texto que estoy utilizando?
Una vez que nos hayamos planteado las preguntas correctas, podremos decidir si queremos utilizar las actividades del libro de texto tal como están o si queremos adaptarlas. Sin embargo, es importante recordar que no tenemos que adaptar todas las actividades cuando utilizamos un libro de texto, especialmente si nos hemos planteado las preguntas correctas y no necesita ningún cambio. Sin embargo, hay ocasiones en las que pequeñas adaptaciones, o simplemente utilizar el libro de texto de una manera ligeramente diferente, van a hacer que su relación (y la de sus estudiantes) con el libro de texto sea mucho más positiva.
Entonces, ¿cómo puedo adaptar el libro de texto para que sea más eficaz? He aquí nuestros diez consejos principales para adaptar el libro de texto:
1. Añadir elementos visuales
Los elementos visuales pueden hacer que cualquier tarea de un libro de texto resulte más interesante tanto para los profesores como para los alumnos. Encontrar imágenes o vídeos relacionados con el tema o con los ejemplos que aparecen en el libro puede hacer que el material cobre vida y ofrecer a los estudiantes una ventana al mundo exterior que dote al idioma de un contexto real.
2. Acortar las tareas de lectura
Algunas tareas de lectura de los libros de texto son muy largas y puede resultar difícil encontrar tiempo en clase para realizar todas las prácticas de lectura deseadas. Para evitarlo, puede ser una buena idea dividir las tareas de lectura, dando una pregunta diferente a cada estudiante. Seguirán practicando la destreza de la lectura, pero les ocupará menos tiempo de clase.
3. Hacer tareas de expresión oral a partir de la práctica controlada
Las actividades de práctica controlada son estupendas para practicar la lengua meta de una clase, pero a menudo no se aprovechan para otros fines. Para situar la lengua meta en un contexto real, cree preguntas o una tarea de expresión oral a partir de la lengua que los alumnos acaban de ver.
4. Reducir o aumentar el número de preguntas
Si tiene una clase que trabaja más rápido (o más despacio) de lo que espera, una buena forma de adaptar el libro de texto es reducir o aumentar el número de preguntas. Podría tratarse de preguntas de práctica controlada o incluso de preguntas de expresión oral más libres después de una tarea de lectura o comprensión oral.
5. Realizar la práctica controlada en grupo
En la mayoría de los casos, la práctica controlada debe hacerse individualmente para que cada estudiante tenga la oportunidad de asimilar la lengua meta, sin embargo hay veces en las que ayuda a los estudiantes hacer esta práctica en parejas, pequeños grupos o como clase entera. Esto puede ahorrar tiempo y también dar a los estudiantes más débiles un pequeño empujón si están trabajando con otros estudiantes que puedan ayudarles.
6. Cambiar los ejemplos del libro de texto
Los ejemplos del libro de texto son estupendos porque utilizan la lengua meta en contexto, pero este contexto puede no ser siempre muy relevante para sus estudiantes. Algo tan sencillo como cambiar los ejemplos contextuales puede hacer que los estudiantes se impliquen más en la lección y sean capaces de utilizar la lengua meta de una forma más personal.
7. Convertir los temas en tareas de expresión oral de tipo examen
Para nuestros estudiantes en los niveles de examen, las tareas de expresión oral pueden parecer bastante desalentadoras. Para que les resulte más fácil, puede ser una buena idea utilizar los temas del libro de texto para crear tareas de expresión oral de tipo examen. Utiliza el vocabulario de la unidad para hacer la tarea interactiva de expresión oral en B1: Preliminary, por ejemplo, o convertir una simple introducción en un debate interactivo de 2 minutos como en los exámenes de First y Advanced speaking.
8. Presentar la lengua en otro formato
A veces basta con presentar la lengua del libro de otra manera para que los alumnos reaccionen mejor. ¿Por qué no convertir una tarea de práctica controlada en un Kahoot o un Baamboozle, por ejemplo? También puedes presentar la gramática en la pizarra en lugar de hacer que los alumnos la lean en el libro: las actividades de cabeza arriba en lugar de cabeza abajo pueden marcar una gran diferencia en los niveles de energía de los alumnos.
9. Haga que los alumnos escriban utilizando la lengua
Las actividades de práctica controlada están muy bien, pero algunos libros de texto no ofrecen ninguna práctica en la que los estudiantes tengan que escribir frases completas utilizando la lengua meta. Para que los estudiantes adquieran el hábito de utilizar la estructura completa (en lugar de limitarse a rellenar los huecos), cree oportunidades para que los estudiantes lo hagan en clase, utilizando la lengua que han aprendido en el libro de texto…
10. ¡Actúa!
A los alumnos más jóvenes no hay nada que les guste más que un poco de teatro. Los libros para alumnos de primaria están llenos de historias y personajes, así que aprovéchalos para dar vida a la lengua. Incluso puedes hacer máscaras o utilizar objetos reales que tengas a mano.
Diez consejos para utilizar el libro de texto de forma más eficaz. Tenerlos en cuenta la próxima vez que planifiquéis vuestras clases a partir del libro de texto y vea cómo le va en clase. Recuerda, los libros de texto no son tu enemigo, así que úsalos de forma que complementen su enseñanza en lugar de ignorarlo por completo.